Reseña Histórica del Regimiento de Infantería 1 “PATRICIOS”
El Regimiento de Infantería 1 “Patricios” se organizó con motivo de las invasiones británicas, el 15 de septiembre de 1806, respondiendo a la proclama de Santiago de Liniers y Brémond, que invitaba a todos los ciudadanos a armarse contra el enemigo. Así nació la heroica Legión de Patricios Voluntarios Urbanos, frente a la inminencia del peligro y antes que la Nación misma.
El 5 de julio de 1807 recibió su bautismo de fuego, que fue también de gloria defendiendo a Buenos Aires. Contra ellos, es decir contra la voluntad de un pueblo altivo, chocó Whitelocke y fue vencido en una gesta de valor audacia y heroísmo que asombró de tal manera al invasor que el coronel Kingston, uno de sus jefes, herido y en trance de muerte, expresó como última voluntad ser sepultado en el Cuartel de los Patricios, “para descansar entre valientes”. También en aquellas duras jornadas nuestros primeros soldados supieron regar el suelo criollo con su sangre generosa; tal es el caso del capitán Pedro Velarde y del Cabo Pío Orensio Rodríguez, muertos heroicamente durante la Defensa de Buenos Aires. Compuesto por tres batallones de 1356 hombres, todos ellos nativos del virreinato, fue su primer jefe el Teniente Coronel Don Cornelio Saavedra. Entre sus primeros oficiales podemos nombrar a Esteban Romero, Domingo Urien, Chiclana, Manuel Belgrano, López y Planes, Perdriel y Díaz Vélez.
Los Patricios estuvieron presentes en las decisivas jornadas de Mayo de 1810 velando con sus armas e nacimiento de la Patria. Bajo la inspiración de Saavedra, contribuyeron a asegurar la ejecución de la voluntad criolla en aquellos difíciles días que concluyeron con la constitución del Primer Gobierno Patrio. El 29 de mayo de 1810, la Primera Junta dispuso la creación de los primeros Regimientos de Infantería de Línea, a la vez que anunciaba la futura formación de cuerpos de otras armas. Allí nació el Ejército Argentino, siendo la Legión de Patricia su embrión principal.
Desde entonces puede decirse que los Patricios estuvieron presentes allí donde la Patria jugó su suerte a la verdad de las armas. Luego de los sucesos de Mayo de 1810, el Regimiento de Patricios integró las expediciones enviadas por Buenos Aires al interior del país para consolidar la libertad proclamada por la Revolución, batiéndose con singular bravura en el Alto Perú, el Paraguay y la Banda Oriental.
Comandados en ese entonces por el Coronel Manuel Belgrano, los Patricios fueron partícipes del primer enarbolamiento de la Enseña Nacional en las Barrancas del Paraná, el 27 de febrero de 1812. Bajo los pliegues de dicha Bandera, los Patricios derramaron sangre y heroísmo en jornadas decisivas por la Guerra de la Independencia, tales como San Pedro, Cotagaita, Suipacha, Huaqui, Campichuelo, Maracaná, San José, Las Piedras, Montevideo, Tucumán Salta, Vilcapugio, Ayohuma y Sipe-Sipe. Bravos en el triunfo y abnegados en la derrota, supieron testimoniar el juramento de defender el Pabellón Nacional aún a costa de sus vidas.
Durante la Guerra contra el Imperio del Brasil, los Patricios inscribieron páginas de gloria en su historial: Bacacay, Ituzaingó y Camacuá fueron jalones significativos de su honrosa trayectoria.
En 1833 y 1834 el Regimiento intervino con Rosas en la expedición al Desierto, iniciándose en la lucha contra el salvaje que asolaba nuestras tierras. En 1838, durante el ataque y bloqueo francés al Río de la Plata, un centenar de Patricios, bajo las órdenes del Teniente Coronel don Jerónimo Costa, ejecutaron la heroica defensa de la isla Martín García. En la década siguiente, participó exitosamente en el rechazo de sucesivas incursiones anglo-francesas a las costas argentinas, alcanzando su mayor brillo en el Combate de Vuelta de Obligado, el 20 de noviembre de 1845. La decisión y coraje con que aquellos soldados defendieron nuestra Soberanía Nacional, motivó que en 1883, quien fuera jefe de las fuerzas inglesas en dicha acción, devolviera una bandera Argentina tomada en el combate, expresando entre otros los siguientes conceptos: “…quiero restituir al Coronel Rodríguez, si vive o al Regimiento de Patricios de Buenos Aires, si aún existe, la bandera bajo la cual y en noble defensa de su Patria, cayeron tantos de los que en aquella época lo componían…”
Durante la Guerra de la Triple Alianza, supo cubrirse de gloria en una larga serie de combates contra las aguerridas tropas paraguayas: Yatay, Paso de la Patria, Estero Bellaco, Tuyutí, Yataytí-Corá, Humaitá, Lomas Valentinas y Curupaytí.
A partir de 1871 participó nuevamente en las campañas al Desierto, formando parte del Ejército Expedicionario. En la Primera de las cinco divisiones que avanzaron hacia el sur.
Luego de haber transitado por distintas guarniciones del país el Regimiento se asentó definitivamente en sus actuales cuarteles de Palermo el 28 de junio de 1913. Desde entonces, la ciudad de Buenos Aires cobija nuevamente a esta histórica Unidad que supo custodiarla y defenderla desde los albores de la nacionalidad.
Más próximos en el tiempo, participó durante la década del ’70 contra la subversión. Destacándose en la recuperación del “Comando de Sanidad” el 6 de septiembre de 1973, acción en la que perdiera su vida el entonces segundo jefe de Regimiento Teniente Coronel Raúl Juan Duarte Ardoy, y en la rescate del Batallón de Arsenales 601 “Domingo Viejo Bueno” el 23 de diciembre de 1975.
En 1982, durante la Guerra de Malvinas, participó en la defensa de Puerto Argentino y en los combates de Monte London donde muere en defensa de la Soberanía Nacional el Patricio Claudio Alfredo Bastida. Claudio era hijo único de madre viuda y como tal estaba exceptuado del servicio militar obligatorio en esa época, pero su intención era seguir la carrera militar por lo cual solicitó hacer el servicio e incluso ser incluido en la compañía que se formó para cruzar a las Islas.
El 23 y 24 de enero de 1989 el Regimiento participó en el combate de La Tablada contribuyendo con su acción a la recuperación de los cuarteles del Regimiento de Infantería Mecanizado 3 “General Belgrano”, ocupado por un comando subversivo.
Finalmente el 3 de diciembre de 1990, el Segundo Jefe de la Unidad, Teniente Coronel Hernán C. Pita y el Oficial de Operaciones, Mayor Federico A. Pedernera, entregaron sus vidas en cumplimiento de su sagrado deber militar, al participar en la recuperación de los Cuarteles de Palermo ante su ocupación imprevista por parte de un grupo disidente.
Hablar de la historia del Regimiento de Infantería 1 “Patricios”, es hablar de los hechos más trascendentes en la historia de la Patria. Sus campañas, batallas y acciones de guerra, así como las numerosas condecoraciones y títulos recibidos a lo largo de su trayectoria, son un claro ejemplo de ello.