Las tropas de montaña del Ejército de Brasil

Por el TC CARLOS MARÍA FRAQUELLI

El relieve de Brasil y sus montañas

Brasil es el país más grande de América Latina en cuanto a su superficie terrestre con casi 8,5 millones de kilómetros cuadrados, ocupando el quinto lugar en el mundo. La mayoría de su territorio tiene un clima tropical (con sus variantes) y subtropical, y está cubierto con selvas, bosques y florestas.

Brasil posee además una gran biodiversidad, con una amplia variedad de ecosistemas que presentan una vastísima cantidad de especies en su flora y fauna.

El relieve brasilero no comprende tramo alguno de la cordillera de los Andes. Presenta relativamente pocos accidentes, sin cadenas montañosas de grandes alturas o muy elevadas. El territorio brasilero tampoco presenta precipitaciones en forma de nieve y se lo divide en planicies, planaltos (mesetas) y depresiones.

La doctrina militar brasilera sostiene que “el territorio brasileño posee áreas montañosas en todas sus regiones. Al norte, se destaca la meseta de las Guianas; en el sur, la meseta del sur riograndense; en el sureste, las sierras de la Mantiqueira, del Mar y del Espinhaço; en el noreste, la meseta de Borborema; y en el centro-oeste, la meseta Central brasileña[1].

La mayor altura en Brasil es el Pico de la Neblina, ubicado en el estado de Amazonas y con una altura de 2.995 metros sobre el nivel del mar. Tiene a sólo 700 metros de distancia su montaña gemela, el Pico 31 de Marzo de 2.992 metros, que es además, límite con Venezuela.

El Pico de la Neblina fue escalado por primera vez en el año 1965 por un destacamento del Ejército Brasilero. En su cima hay un cartel que recuerda que es la mayor altura del Brasil y flamea una bandera nacional que es cambiada todos los años por miembros del ejército.

Otras alturas destacadas del Brasil son: Pedra de Mina (de 2.798 metros), el Pico de las Agujas Negras (de 2.791 metros), el Pico del Cristal (de 2.770 metros), el Monte Roraima (de 2.739  metros) que es límite con Venezuela, y el Morro do Couto (de 2.680 metros).

En Brasil también existen los morros, cuyas diferencias con las montañas son bastante imprecisas y subjetivas. Mientras que morro se considera, en líneas generales, a aquellas elevaciones naturales con una altura de hasta aproximadamente 300 metros, las montañas tienen una cota de elevación que supera esa altura.

Desde el punto de vista de la doctrina militar brasilera, las montañas se definen como “accidentes del terreno cuyas crestas, por lo general, se elevan a más de 500 metros en relación a las tierras bajas adyacentes, presentando a veces laderas muy empinadas, acantilados, precipicios, cañones estrechos, etc. Independiente de la altitud, cualquier terreno que presenta laderas empinadas puede exigir técnicas especiales de montañismo para su transposición y/o utilización”.[2]

Las montañas también están relacionadas con los recursos minerales. Brasil posee el 9% de las reservas mundiales de minerales. Algunos minerales que se encuentran en sectores montañosos y serranías brasileras son: el diamante, el hierro, la bauxita, el cobre, el manganeso, el níquel, el oro y el niobio. Los tres estados con mayor actividad minera son: Minas Gerais, Pará y Goiás.

En este contexto y para operar en la media y baja montaña estival, con climas bastante amigables (en comparación con los climas andinos) y con abruptas paredes de roca, es que Brasil debe mantener, capacitar y adiestrar a sus combatientes y unidades de sus tropas de montaña.

Las unidades de infantería de montaña

Según la doctrina brasilera, la infantería de montaña es aquella “tropa de infantería orientada al empleo en operaciones en terreno montañoso, bajo condiciones meteorológicas adversas. Es particularmente apta para realizar operaciones de infiltración. Su movilidad equivale a la del hombre a pie.[3]

El batallón es la unidad de infantería de montaña brasilera por excelencia y tiene la misión de “avanzar sobre el enemigo a fin de destruirlo o capturarlo utilizando el fuego, el movimiento y el combate cercano, o mantener el terreno, defendiendo y repeliendo el ataque enemigo por medio del fuego de contraataque y del combate cercano”.[4]

Cada batallón de infantería (incluidos los de montaña) está compuesto por una compañía de comando y apoyo, y tres compañías de fusileros o tiradores. La particularidad más destacada para las unidades de montaña, es que ellas tienen un pelotón de reconocimiento (sección exploración) integrado por personal especializado que realizó los cursos de montaña y cuya misión es preparar rutas de infiltración en áreas montañosas, mediante la instalación de itinerarios.

Entre las capacidades más destacadas que tiene un batallón de infantería de montaña brasilero, se pueden mencionar: participar en operaciones ofensivas y defensivas en áreas montañosas, liberar o bloquear pasos en la montaña, realizar infiltraciones en zonas montañosas buscando actuar en la retaguarda del enemigo, realizar reconocimientos en montaña, apoyar a tropas que operan en montaña con personal especializado, operar en áreas urbanas de terreno variado y en cualquier condición meteorológica, y empelar sus elementos de maniobra en forma descentralizada.

Entre sus limitaciones más salientes, se pueden destacar: la vulnerabilidad para operar en terreno abierto y a las acciones aéreas, la limitada protección contra efectos QBNR y contra acciones de blindados, y la reducida capacidad para realizar operaciones prolongadas.

El 11° Batallón de infantería de montaña del Ejército Brasilero

El 11º Batallón de Infantería de Montaña “Regimiento Tiradentes” es la unidad de las tropas de montaña brasileras más relevante. Como única unidad organizada, equipada completamente e instruida para combatir en montaña, es considerada tropa especial y tiene la responsabilidad del dictado de los cursos de montaña a través de su Centro de Instrucción de Operaciones en Montaña, que comenzó a funcionar en 2012.

Esta unidad tiene su asiento de paz en Sao João do Rei (estado de Minas Gerais) desde el año 1886, y en 1920 se organizó como 11º Regimiento de Infantería. Con esa denominación formó parte de la Fuerza Expedicionaria Brasilera, que combatió durante la Segunda Guerra Mundial en Italia contra las tropas del eje.

En el año 1977, el Estado Mayor del Ejército eligió al 11º Batallón para desarrollar las técnicas y tácticas inherentes a las operaciones en el ambiente particular de montaña. A partir de entonces, comenzó a realizar investigaciones y ejercicios en campaña para implementar una doctrina técnica específica referente al montañismo militar, de manera de poder ejercitar a las tropas en acciones de combate en montaña, según los parámetros doctrinarios generales vigentes en el Ejército Brasilero.

Actualmente, el 11º Batallón de Infantería de Montaña, que forma parte de la 4ta Brigada de Infantería Ligera, está organizado en dos compañías de fusileros, una compañía de comando y apoyo, elementos de planeamiento y administrativos y la sección de instrucción  de montaña.

El 11º Batallón de Infantería de Montaña es custodio de un importante acervo histórico y cultural. Cuenta dentro de sus instalaciones, con un museo inaugurado en 2001, en donde se destaca la rica historia de la unidad, su banda de música y su relación con la comunidad de Sao João do Rei, como así también, las acciones llevadas a cabo en Italia por la Fuerza Expedicionaria Brasilera (FEB) durante la Segunda Guerra Mundial y la participación del regimiento dentro de esa fuerza expedicionaria.

Entre sus actividades operacionales importantes más recientes, se debe destacar que esta  unidad contribuyó con cuadros y tropas para integrar la misión de paz en Angola de 1996 (UNAVEM III, tercera Misión de Naciones Unidas para la Verificación en Angola) y para conformar los sucesivos batallones brasileros que fueron enviados entre 2004 y 2017 a Haití, como parte de la MINUSTAH (Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití).

La Segunda Guerra Mundial: la Fuerza Expedicionaria Brasilera (FEB) y los combates de Monte Castelo y Montese  

Luego de declararle la guerra a las potencias del Eje en agosto de 1942, Brasil participó del esfuerzo de guerra aliado con elementos del ejército y de la fuerza aérea. “Fue decidido, entonces, el envío de una Fuerza Expedicionaria Brasilera, cabiendo su comando al mencionado general Mascarenhas de Moraes…[5].

Se preveía que esa fuerza expedicionaria tuviera la magnitud de un cuerpo de ejército con dos divisiones de infantería y una blindada, pero la realidad dictó que solamente se pudiera conformar una división de infantería, que junto con otros elementos de apoyo superaban los 25.000 efectivos.

Con parte de la FEB se conformó la 1ra División de Infantería Expedicionaria Brasilera, que  fue destinada a combatir en Italia y entre sus tres regimientos de infantería, se encontraba el 11º Regimiento de Infantería, que durante la campaña estuvo a órdenes del coronel Delmiro Pereira de Andrade. Esta unidad, estaba conformada por tres batallones (de más de 800 hombres cada uno): el 1º, al mando de mayor Jacy; el 2º, comandado por el mayor Ramagen, y el 3º, con el mayor Cándido como jefe. Cada uno de estos batallones tenía tres compañías de tiradores (de 193 hombres cada una) y una de “pertrechos pesados” (con 166 hombres) que centralizaba las ametralladoras pasadas y los morteros de 81 milímetros.

La fuerza expedicionaria sería transportada por mar a Italia (destino Nápoles) en cinco escalones en navíos proporcionados por los Estados Unidos, participando en su escolta naval, barcos de la Marina del Brasil. El 11º Regimiento de Infantería fue transportado en el segundo escalón, embarcando el 22 de setiembre de 1944 en los transportes General Mann y General Meighs.

Una vez en el sur de Italia y “durante la guerra, la FEB estuvo incorporada el 5to Ejército Americano, comandado por el general Mark Clark. Durante todo el tiempo, operó en coordinación con el 4to Cuerpo del 4º Ejército, comandado por el general Willis Crittenberg[6].

A los brasileros, les cupo la responsabilidad de ocupar un sector de 18 kilómetros de extensión frente a la Línea Gótica, un cordón defensivo ítalo-germano, asentado sobre montañas y alturas dominantes que se constituyó en una fortaleza natural casi inexpugnable. Esta línea de defensa, corría en territorio de los Apeninos de este a oeste y cortaba a Italia en dos, la parte sur bajo control aliado y el norte, todavía bajo ocupación de las fuerzas del eje.

A las dificultades naturales de la geografía montañosa, se sumó el hecho de que el invierno de 1944 a 1945 fue uno de los más crudos y fríos en Italia. Los soldados brasileros debieron soportar temperaturas que llegaban a los 15 y 20 grados centígrados bajo cero. Además, las condiciones climáticas hacían que las continuas lluvias y nevadas tornaran intransitables los caminos y senadas, ocasionando grandes problemas para desplazamientos, maniobras y abastecimientos.

Los dos combates de mayor magnitud que debieron afrontar las tropas brasileras fueron el combate de Monte Castelo y el combate de Montese, ambos típicos ataques en montaña, el primero de ellos, una acción contra alturas fortificadas abruptas, y en donde la infantería brasilera, especialmente el  11º Regimiento de Infantería, tuvo un destacado papel.

El combate de Monte Castelo, comenzó con tres ataques entre el 24 de noviembre y el 12 de diciembre de 1944, que fueron sucesivamente rechazados por los alemanes. Recién el 21 de febrero de 1945, en un ataque combinado con la legendaria 10ma División de Montaña estadounidense, la altura de Monte Castelo fue tomada por las tropas brasileras cuando una sección de tiradores llegó a la cresta, luego de más de doce horas de combate. Sólo ese día, los brasileros tuvieron 103 bajas, 34 de ellos muertos en combate.

El combate de Montese, que se llevó a cabo entre el 14 y el 17 de abril de 1945, fue la acción de guerra más sangrienta y con más bajas brasileras desde la Guerra de la Triple Alianza. La división brasilera recibió la mayor cantidad del fuego que la artillería alemana concentró durante aquellas jornadas. Además, el 11º Regimiento de Infantería tuvo un papel protagónico, ya que la localidad de Montese era el objetivo asignado a la 2da Compañía de su 1er Batallón. “La toma de Montese mostró que las tropas brasileñas habían alcanzado su ápice operacional y representó la madurez definitiva  de la FEB, que, después, de las amarguras sufridas en las escarpas de los Apeninos, iría a encontrarse con un escenario inédito: el combate urbano[7].

La acción de Montese “fue un durísimo y disputado combate, lo que quedó demostrado por las 426 bajas brasileras (34 muertos, 382 heridos y 10 extraviados)[8].

De esta forma, el 11º Regimiento de Infantería y toda la 1ª División de Infantería Brasilera expedicionaria, se fogueó en combate, adquiriendo experiencia de guerra en montaña luchando en la difícil geografía italiana contra un enemigo tenaz e implacable.

Conceptos doctrinarios sobre operacionesen motaña

Según la doctrina brasilera, las operaciones en regiones montañosas, de manera general, presentan las siguientes características: son lentas y desgastantes, los  movimientos se ven dificultados por la escasez de caminos, se emplean pequeños efectivos por la compartimentación del terreno y la dificultad para el reabastecimiento, se presentan grandes dificultades pare realizar apoyo logístico, hay escasez de recursos locales, aparecen necesidades de adopción de técnicas y equipamientos especiales, las condiciones meteorológicas son inestables y adversas, y se destaca la necesidad de aclimatación y adaptación de la tropa.

Desde el punto de vista táctico, y según el procedimiento brasilero de empleo a nivel unidad, las fracciones especialistas en montaña se emplean como elemento especial para facilitar la maniobra. Es por eso que dentro del pelotón de reconocimiento (sección exploración) del batallón de infantería de montaña, el oficial a cargo y sus cuatro jefes de grupo son guías de cordada, que es la máxima capacitación en montaña que se puede obtener.

Ese pelotón de reconocimiento, tendrá la responsabilidad de instalar los itinerarios necesarios para que las subunidades puedan atravesar paredes rocosas, muros u obstáculos abruptos, abriendo rutas de infiltración para maniobrar por lugares inesperados, explotando así los principios de la maniobra y la sorpresa, y la movilidad-flexibilidad que tienen las tropas a pie.

Las tropas de montaña brasileras resaltan que en el combate en las montañas, debido a las peculiaridades del terreno, solamente se admiten las acciones de pequeños efectivos, que estén en capacidad de cargar todo el material necesario para cumplir la misión, en donde la resistencia y la determinación, serán cualidades fundamentales en cada combatiente.

El equipo del combatiente de montaña brasilero incluye una mochila donde se transportan clavos, martillo para roca, mosquetones y cuerdas. Cada soldado utiliza un casco semejante al de las tripulaciones tanquistas y viste el uniforme con el camuflaje tradicional del Brasil con sus costuras reforzadas, luciendo un casquete color gris de uso tradicional para las unidades de montaña. El armamento básico individual es el Fusil Automático Liviano (FAL) modelo PARA con culata plegable y de 7,62 milímetros de calibre, similar al utilizado en Argentina.

El adiestramiento particular en montaña

El adiestramiento de las tropas de montaña del Ejército del Brasil se estructura en los siguientes cursos y cursillos:

  • Cursillo Básico de Combate en Montaña: (5 días de duración) capacita al personal de oficiales, suboficiales y soldados en las destrezas necesarias para superar obstáculos verticales y horizontales en baja y media montaña, utilizando equipo específico de escalada en vías equipadas por especialistas. Se imparte en todas las unidades y en la Academia Militar de las Agujas Negras (escuela de formación de oficiales, equivalente a nuestro Colegio Militar de la Nación) para los cadetes.
  • Cursillo de Guía de Montaña: (2 semanas de duración) capacita al personal de oficiales profesionales y temporarios (que no son de carrera), suboficiales y soldados como auxiliares del guía de cordada, estando en condiciones de equipar vías, instalar y ayudar en el pasaje de itinerarios. Para realizar este curso es condición haber aprobado el curso anterior. Este curso es dictado por el 11o Batallón de Infantería de Montaña. 
  • Curso Básico de Montañismo: (6 semanas de duración) capacita a los oficiales y suboficiales de carrera como guías de cordada, instruyéndolos en orientación en montaña, escalada libre y artificial en roca, búsqueda y salvamento en montaña y operaciones en montaña a nivel sección de tiradores. En este curso también participa personal de la Marina del Brasil, de la Fuerza Aérea Brasilera, de elementos de fuerzas especiales de la policía federal y de algunos estados (como el Batallón de Operaciones Especiales Policiales -BOPE- ) y extranjeros invitados. Es impartido por el 11o Batallón de Infantería de Montaña.
  • Curso Avanzado de Montañismo: (11 semanas de duración) proporciona conocimientos y desarrolla destrezas en oficiales y suboficiales de carrera para desempeñarse  como guías de montaña, que constituye la más alta capacitación de montaña dentro del Ejército del Brasil. Entre los temas principales que se imparten, se destacan: reconocimiento en montaña, planeamiento de operaciones en montaña (infiltración y patrullas en distintas situaciones tácticas), técnicas aeromóviles en montaña, meteorología, operación de equipos de comunicaciones, empleo de armamento colectivo en montaña, trabajo con GPS, equipos satelitales y cartografía. Este curso también es dictado por el 11o Batallón de Infantería de Montaña.

Además, el Ejército del Brasil envía personal a realizar cursos de montaña a diferentes países con prestigiosas y experimentadas tropas de montaña. Durante los últimos años concurrió personal a realizar cursos a Argentina, Chile, Colombia, Eslovenia y España.

Los intercambios que se realizan con nuestra Escuela Militar de Montaña vienen de larga data. Muchos oficiales y suboficiales brasileros se han instruido en nuestra palestra Virgen de la Nieves y han transitado por nuestras montañas de Bariloche. Si bien el Brasil ha estado siempre más interesado en capacitar a su personal en nuestros cursos estivales (de instructor de andinismo y de escalador miliar), debido a cuestiones lógicas de las necesidades de empleo que impone la geografía brasilera, también ha llegado a enviar oficiales a realizar nuestros cursos de esquí, como sucedió en el invierno de 1995.

Los aspectos positivos más destacados por el personal brasilero que ha participado de cursos de montaña en Argentina se refieren a la calidad de nuestros instructores, a la posibilidad de recibir conocimientos que los instructores argentinos traen de nuestros intercambios con España e Italia (fuentes tradicionales de la instrucción de montaña argentina), a la seriedad con que se enfrenta al tema seguridad contra accidentes en montaña, al trabajo con ejemplos históricos, al estudio y análisis de casos reales, y a la gran variedad y cantidad de actividades prácticas que se realizan en terrenos bien diferenciados de nuestro macizo andino.

Reglamentos y manuales

La doctrina con la que cuentan las tropas de montaña brasileras, se encuentra plasmada en manuales de campaña. Entre los más destacados, que tratan específicamente aspectos técnicos y tácticos de combate en montaña, se pueden mencionar: Técnicas y Tácticas del Escalador Militar, del Guía de Cordada y del Guía de Montaña, el Batallón de Infantería, la Infantería en las Operaciones, el Pelotón de Reconocimiento de Montaña y Logística de Montaña.

El manual referido a la infantería en las operaciones, en su capítulo referido a “La Infantería en las Operaciones en Ambientes con Características Especiales”, describe el ambiente operacional de la montaña, hace referencia a los aspectos militares del terreno montañoso (observación y campo de tiro, cubiertas y abrigos, obstáculos, accidentes importantes del terreno, espacio para maniobra, facilidad de movimientos y red de caminos) y caracteriza las operaciones en el ambiente de montaña.

El mencionado manual de campaña del batallón de infantería, tiene un capítulo dedicado a “Operaciones en la Montaña”, en donde se destaca el desarrollo de temas como: características de las operaciones en terrenos montañosos, marchas en terreno montañoso, operaciones ofensivas y defensivas en montaña, empleo de armas de apoyo de fuego en montaña, y aspectos básicos de logística de material y personal en éste ambiente geográfico particular.

También, el manual de campaña de operaciones, en el capítulo que se refiere a “Operaciones Bajo Condiciones Especiales del Ambiente”, hace referencia a las particulares que presentan las operaciones en montaña.

Consideraciones finales

Brasil es un país que no posee grandes macizos montañosos ni ocupa extensión alguna de la Cordillera de los Andes. Este hecho no impide que deba organizar, equipar y adiestrar tropas de montaña, orientadas a operaciones estivales y con capacitación para realizar actividades en macizos rocosos y en las áreas montañosas que posee en muchas de sus regiones.

Las tropas de montaña del Ejército del Brasil, con el 11º Regimiento de Infantería “Regimiento Tiradentes” como unidad insignia y responsable de la instrucción y el adiestramiento de los montañeses son consideradas tropas especiales, ya que además de una capacitación que les permite operar en la difícil geografía de la montaña, poseen un particular espíritu de cuerpo que las cohesiona e identifica.

El disponer de tropas de montaña acorde a sus necesidades geográficas, le permite al Brasil contar con elementos especiales, no sólo con capacidad de defender su amplia extensión territorial, sus áreas montañosas y sus variados recursos naturales, sino que también le proporciona fracciones sumamente aptas para realizar rescates, salvamentos, actividades de apoyo a la comunidad y luchar contra desastres naturales, que cobran gran importancia cuando se busca integrar al ejército dentro de un sistema conjunto de defensa al servicio de la nación y de sus habitantes.

Bibliografía consultada

  • BARONE, João. “1942: O Brasil e sua guerra quase desconhecida”. Nova Edição. Rio de Janeiro. Harper Collins, 2018.
  • BONALUME NETO, Ricardo. “Brasil na 2ª Guerra Mundial: a Conquista de Monte Castello”. Super Interessante, enero de 1995.
  • CARNEIRO NEPOMUCENO, Enio. “A Força Expedicionária Brasileira: A Importância das Pequenas Frações na Conquista de Montese”. Trabalho de conclusão de curso apresentado ao Curso de Especialização em História Militar. Universidade do Sul de Santa Catarina. Teresina, Piauí, agosto de 2010.
  • MOREIRA BENTO, Claudio (Coronel) y CARMINHA GIORGIS, Luiz Ernani (Coronel). “Brasil. Lutas contra invasões, ameaças e pressões externas”. Edición de la Academia de Historia Militar Terrestre del Brasil/Rosende. Rosende – RJ, 2014.
  • MINISTÉRIO DA DEFESA. EXÉRCITO DO BRASIL Comando de Operações Terrestres. EB70-MC-10.228. Manual de Campanha. “A Infantaria nas Operações”, 1ra Edição, 2018.
  • MINISTÉRIO DA DEFESA. EXÉRCITO DO BRASIL Estado Maior do Exército. C 7.20. Manual de Campanha. “Batalhões de Infantaria”, 3ra Edição 2003 y 4ta Edição, 2007.
  • MINISTÉRIO DA DEFESA. EXÉRCITO DO BRASIL Estado Maior do Exército. EB20-MF-03.109. “Glossário de Termos e Expressões para Uso no Exército”, 5ta Edição, 2018.
  • MINISTÉRIO DO EXÉRCITO. Estado Maior do Exército. C 100-5. Manual de Campanha. “Operações”. 3ra Edição, 1997.
  • VICTORINO, Paulo. “Brasil – Cem Anos de República (1889-1989)”. Fundação Biblioteca Nacional. São Paulo, año 2000, revisado y ampliado em diciembre de 2015.

DATOS DEL AUTOR

Síntesis del Curriculum Vitae

El Teniente Coronel de Infantería CARLOS MARÍA FRAQUELLI es Oficial de Estado Mayor (del Ejército Argentino y del Ejército del Perú). Posee los grados de Licenciado en Administración de Empresas y de Licenciado en Estrategia y Organización y los postgrados de Profesor Universitario en Ciencias de la Administración y Magister en Ciencias Militares (obtenido en la Escuela de Post-Grado del Ejército del Perú). Tiene la aptitud especial de tropas de montaña y las capacitaciones especiales de instructor de andinismo, instructor de esquí, cazador de montaña e instructor de cazadores de montaña. Participó como integrante del Estado Mayor de la Misión de Naciones Unidas UNFICYP (Chipre) y fue nombrado como segundo jefe del RIM 11 “Grl LAS HERAS” y del BCA Haití 19, integrando la MINUSTAH. Se desempeñó como jefe del Batallón de Infantería del Colegio Militar de la Nación y actualmente se encuentra prestando servicios en el Centro Conjunto de Operaciones de Paz del Brasil (CCOPAB) como instructor invitado.

[1]A Infantaria nas Operações”. EB70-MC-10.228 Manual de Campanha, página 6-9. [2]Batalhões de Infantaria”. C 7-20 Manual de Campanha, página 6-3. [3]Glossário de Termos e Expressões para Uso no Exército” EB20-MF-03.109, página 193. [4]Batalhões de Infantaria”. C 7-20 Manual de Campanha, página A-8. [5]Brasil. Lutas contra invasões, ameaças e pressões externas”, página 400. [6]Brasil – Cem Anos de República (1889-1989)”, página 181. [7] “1942: O Brasil e sua guerra quase desconhecida”, página 208. [8]Brasil. Lutas contra invasões, ameaças e pressões externas”, página 417.

Redacción

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