Por el TC I Eduardo VERÓN RODRÍGUEZ, Dir Ec I
La conducción táctica de mecanizados[i], contiene aspectos necesarios a ser tenidos en cuenta para el empleo de los medios, a fin que los conductores en los distintos niveles posean bases para el planeamiento y posterior ejecución de las distintas operaciones.
Conceptos generales.
La conducción táctica es la que se realiza en todos los niveles inferiores al del comandante del teatro de operaciones, y ésta constituye el nivel más bajo, debiendo dejar en claro que ya no existe la diferencia entre táctica “superior” y táctica “inferior”, siendo en nuestra doctrina actual un único y sólido concepto.
Es el nivel de ejecución por excelencia e involucra el concepto de fuerza aplicada, en este caso de todos los elementos mecanizados organizados y agrupados en las Brigadas Mecanizadas respectivamente.
Solo es posible asegurar el éxito de los medios en sus operaciones, mediante el libre ejercicio de la conducción por parte de conductores capaces de actuar dentro del marco de sus responsabilidades, misiones y por último de intenciones, en amplios espacios bajo dispersión necesariamente controlada, muchas veces de difícil consecución por las propias dificultades del terreno y acciones del enemigo.
Combate de los medios mecanizados.
El combate es una acción violenta entre dos fuerzas militares de relativa magnitud, por la cual al menos una de ellas busca modificar la situación táctica existente.
Sus resultados pueden o no ser decisivos pero se considerarán decisivos cuando, dentro del nivel de conducción en el que se opere, logre efectos de una importancia tal que ellos puedan influir sensiblemente en los niveles de conducción superiores, en suma ascendente.
Lineamientos básicos para ejercer la conducción táctica mecanizada.
- Toda acción táctica se reducirá siempre a la acción de combatir y ganar imponiéndose al enemigo, aprovechándose del amplio dominio del terreno, en donde por las particularidades de éste se cuente con grandes espacios para la maniobra.
- En dicho contexto, la táctica será, en la mayoría de los casos, de un nivel de ejecución cuyos criterios se orienten en la búsqueda permanente de libertad de acción, y en la necesaria descentralización de las acciones hasta los menores niveles, fijándose en el objetivo material enemigo más que en el terreno, fácilmente rodeable y difícilmente defendible, y que no van con la propia naturaleza de rapidez táctica y movilidad de los medios blindados y mecanizados.
- El ambiente donde sean empleados raras veces será tan claro que permita un conocimiento exacto de las condiciones del enemigo, del terreno y de las condiciones meteorológicas reinantes; el conductor mecanizado deberá estar preparado para sacar deducciones importantes de indicios de escaso valor, donde el aprovechamiento acertado y la habilidad de explotarlos con decisión, constituirán las bases para acceder a procesos de apreciación y resolución de una velocidad relativa superior al enemigo.
- La búsqueda de información propia con el elemento de exploración, sumado a los apoyos de aviación de ala rotativa, Fuerza Aérea Táctica, y el elemento de exploración propio y de Exploración de la Brigada, serán elementos de altísimo valor para reducir la incertidumbre y direccionar los esfuerzos con altas probabilidades de éxito. Asimismo, todos los elementos deberán desarrollar su propia exploración, como operación complementaria de la operación principal a ser ejecutada.
- Un proceder táctico exitoso normalmente se basará en:
- La aplicación práctica y clara de los principios y preceptos establecidos para conducir las operaciones tácticas previstas o en ejecución, para guiar la conducción y dirigiendo y supervisando correctamente el poder de combate disponible.
- La impartición rápida, oportuna y segura de órdenes, manteniendo una necesaria libertad de acción y descentralización en la ejecución de las acciones tácticas menores.
Para comprender más acabadamente el tema de los principios para conducir operaciones tácticas con el empleo de mecanizados, se recomienda la lectura del artículo respectivo, en el siguiente link:
Para comprender más acabadamente el tema de los preceptos para conducir operaciones tácticas con el empleo de mecanizados, se recomienda la lectura del artículo respectivo, en el siguiente link:
La conducción táctica de mecanizados.
El conductor que someta a su organización a esfuerzos innecesarios, conspira contra el éxito perseguido, ya que el desgaste de energías guardará relación con la consecución oportuna del objetivo.
Exigir esfuerzos innecesarios, disminuirá la confianza en la conducción y perjudicarán la eficiencia de la organización.
Asimismo, atentará contra el concepto de “punto culminante”, donde deberemos emplear el máximo de nuestro poder de combate al momento que el enemigo haya sobrepasado este punto y se encuentre en desventaja, mientras que las propias fuerzas siguen en condiciones de combate deseadas.
En operaciones ofensivas, este punto culminante es el “punto o momento exacto” en el tiempo y en el espacio donde el poder de combate efectivo del atacante ya no excede el del defensor, o el momento del atacante donde ya no puede mantenerse más, o ambos casos.
En operaciones defensivas, las fuerzas en defensa alcanzan su punto culminante cuando ya no pueden defender con perspectivas de éxito o contraatacar para restaurar la cohesión de la defensa.
Durante los períodos de combate intensos, el personal y material será sometido a grandes esfuerzos y se desgastará rápidamente, especialmente cuando opere en zonas de características particularmente difíciles, en condiciones de operaciones en la profundidad.
A fin de mantener la aptitud combativa, se procurará asegurar el reemplazo oportuno del personal y material, toda vez que sea posible durante las pausas de combate entre acciones, a fin de restituirles la aptitud combativa en el menor tiempo posible.
Al respecto, para ver un artículo específico sobre sostenimiento logístico para elementos mecanizados, se puede consultar el siguiente link:
Los factores de la táctica.
Los factores de la táctica son el espacio, el tiempo y el poder de combate relativo que converge dentro de las dos primeras variables. Los tres factores son dinámicos y se interrelacionan permanentemente.
Los factores enunciados componen un cuadro de situación donde se plantearán los problemas tácticos que cada conductor a su nivel tendrá que percibir, identificar y resolver con sentido de oportunidad y particular agudeza.
A partir de que se reconozca la influencia de los factores en los problemas, se buscarán soluciones tácticas basándose en los principios, preceptos y en los condicionantes propios de las técnicas existentes.
Elementos de la táctica.
Los elementos de la táctica son la maniobra, el fuego y el choque, constituyen herramientas a disposición que se emplean dentro del encuadramiento de los factores tácticos, para concretar el combate cercano pudiendo llegar éste al combate cuerpo a cuerpo en acciones de infantería mecanizada, operando en forma desembarcada.
La maniobra y el fuego se utilizarán durante el acto táctico, principalmente para que los elementos arriben al momento del choque (combate cercano), en las mejores condiciones ventajosas y con la menor degradación del poder de combate posible.
La potencia del choque (mecanizados) y golpe (blindados) guarda relación directa con el grado de conservación del poder de combate disponible, en oportunidad de plantearse el combate en contacto directo como es una característica de estas tropas.
En la maniobra se privilegiarán las direcciones de menor expectativa mediante el aprovechamiento de los aspectos tácticos del terreno, para acceder a posiciones relativas favorables. Las tácticas y maniobras indirectas, aplicadas con criterio e imaginación, serán factores de éxito.
Disipado el velo de la maniobra, se empleará el fuego para garantizar la libertad de acción de los elementos mecanizados, permitiendo que lleguen lo más intactos posibles a distancias donde puedan accionar con su poder de choque / golpe, principalmente explotando la sorpresa, privilegiando las acciones directas desde las líneas de menor expectativa para el enemigo, lo que posibilitará explotar la relación de poder de combate en favor propio.
CONCLUSIONES:
Los factores de la táctica y los elementos de la acción táctica, poseen carácter permanente y exclusivo en la conducción táctica, se basan en la experiencia de guerra, y su observancia permitirá reducir el riesgo de la derrota o del mal empleo de los medios en combate.
Pese a ello, se recuerda que solo sirven de acuerdo a la experiencia y habilidad del conductor táctico que los aplica, y no son rígidos, permitan la flexibilidad suficiente para que puedan ser aprovechados de acuerdo a la situación táctica que se vive, pero como líneas generales se debe:
- Ejercer un comando (dirección) en lo posible lo más descentralizado posible, proveyendo la máxima libertad de acción a los escalones subordinados y promoviendo su iniciativa, sabiendo que las posibilidades de apoyo y sostenimiento de los niveles superiores, y las propias, son remotas en esta situación de dispersión en amplios espacios.
- Utilizar intensamente a la exploración con la propia organización, atendiendo a que la misma es una responsabilidad ineludible de todo comando, a los efectos de evitar perder la sorpresa e iniciativa, adelantándose de esta manera al ciclo de decisión del enemigo, y de esta manera poder “fijarlo”, estar en capacidad de ejecutar una certera aproximación o alejamiento, y poder estar en condiciones de aplicar el poder de combate disponible en el momento y lugar adecuados, decididos en el planeamiento.
- Poseer hasta en los menores niveles de la organización, la aptitud de analizar y extraer conclusiones “del para qué, del a fin de y de la intención del superior”, y encontrar en la misma las bases sólidas que permitan orientar las acciones sin necesidad de requerir al escalón superior órdenes adicionales ante las contingencias planteadas por variaciones del ambiente operacional realizados a través de la apreciación de la situación táctica.
- Concentrarse para la ejecución de las acciones tácticas en la aplicación de los principios esenciales para conducir las operaciones tácticas que se enmarcan dentro la maniobra, objetivo, sorpresa, libertad de acción, sostenidos en los factores de éxito y la intención del Jefe que imparte la misión / orden, ya que estos aspectos serán el principal factor de coherencia, dirección y control de las acciones.
- Además de estos aspectos generales, existen otros particulares que condicionarán la conducción táctica, a saber:
- El factor tiempo: escasos márgenes de preaviso y necesidad de rapidez para el despliegue y para la ejecución de las acciones tácticas, por las propias características de los elementos mecanizados.
- El factor espacio: normalmente despliegues geográficamente dispersos de los medios mecanizados, sobre áreas ubicadas en la profundidad, fuera del alcance de los elementos empeñados en las operaciones cercanas o de líneas amigas del escalón superior, sobre el principio de la dispersión controlada.
Al respecto, para ver un artículo específico sobre la dispersión controlada para elementos mecanizados, se puede consultar el siguiente link:
- Las fuerzas propias: organizaciones con autosuficiencia táctica limitada, contemplando las posibilidades de apoyo mutuo, mientras se encuentran ejecutando acciones de diferente naturaleza y cuyos efectos deberán ser sincronizados temporalmente.
- Las fuerzas enemigas: se debe considerar convenientemente el poder de combate relativo, y el tipo y naturaleza del enemigo a enfrentar, esto deberá considerarse sobre la una difícil forma de establecer frentes, flancos o retaguardia, por el empleo de medios de gran movilidad y velocidad táctica.
De no considerase adecuadamente estos conceptos, el elemento mecanizado, indefectiblemente caerá en su dislocación cuando su dispositivo, ya sea por el despliegue sobredimensionado de sus medios (espacio), por los efectos del accionar del enemigo, la pérdida de las actividades básicas de la conducción, o la incapacidad de llevar adelante en forma coherente las funciones de combate, pierde su cohesión, ocasionando la ruptura de los lazos tácticos que permiten que el JEFE pueda hacer actuar coordinadamente a su fracción en condiciones de tiempo y espacio planificados.
[i] Aspectos extraídos y adaptados del ROB 00 – 01, “Conducción para las FFTT”, Año 2015, Cap III, Secciones III, IV y Sección V. Para mayores detalles, remitirse a la publicación referida.