Integrantes del Ejército Argentino participan de la misión de Naciones Unidas para verificar el cese de fuego y de hostilidades, y la dejación de armas por parte de la guerrilla, en el marco del Acuerdo de Paz entre el Gobierno Colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP).
En noviembre pasado, el Gobierno de Colombia y las FARC-EP firmaron un acuerdo en Bogotá para dar por finalizado el conflicto más largo de América Latina: duró más de 50 años, y produjo 250.000 muertos, 40.000 desaparecidos y 6 millones de desplazados internos.
Ya en 2016, por pedido conjunto del Gobierno de Colombia y las FARC-EP, se había constituido una misión de paz de Naciones Unidas, integrada por observadores internacionales que se encargan de verificar el cese de fuego y hostilidades. En este contexto, trabajan más de 19 países, entre ellos el nuestro, poniendo a disposición de la ONU a integrantes del Ejército Argentino, la Armada, la Fuerza Aérea y la Gendarmería Nacional.
Cabe destacar que nuestro país no sólo es el que posee mayor cantidad de observadores desplegados, sino que además, el jefe de los observadores de la ONU es el general de brigada Javier Pérez Aquino, y de los 94 argentinos, 44 pertenecen al Ejército.
Desde el 28 de enero hasta el 18 de febrero, en un histórico hito, el mecanismo de monitoreo de la Misión acompañó 36 desplazamientos de los integrantes de las FARC-EP hasta las zonas en las que iniciarán su proceso de dejación de armas y su reincorporación a la vida civil. El movimiento abarcó a 4.900 guerrilleros, además de 102 niños y mujeres lactantes. Se emplearon camiones, camionetas, motos, ambulancias y embarcaciones fluviales de distintos tipos. Se contó también con la seguridad proporcionada por la Policía de Colombia y por sus Fuerzas Armadas. En total, se han concentrado 6.900 guerrilleros y guerrilleras.
¿Cómo funciona la Misión?
La Misión coordina un mecanismo tripartito que monitorea el cese de fuego y de hostilidades, bilateral y definitivo. Este mecanismo, único en su tipo, está compuesto por las Fuerzas Armadas y Policiales de Colombia, integrantes de las FARC-EP y observadores internacionales de la ONU. Este último componente, formado por militares, policías y civiles voluntarios de Naciones Unidas, es el responsable de recibir el armamento que dejarán las FARC-EP y de verificar la destrucción de armamento inestable por parte de la guerrilla.
Este componente se encuentra desplegado en distintas sedes; en las sedes locales, los observadores conviven en campamentos junto con sus contrapartes del gobierno de Colombia y de las FARC-EP.
El Mecanismo entre sus roles principales, además de monitorear el cese de fuego, supervisa el respeto de los derechos humanos de la población civil en las zona de conflicto; y la atención médica, el abastecimiento de alimentación, medicamentos, alojamiento y comunicaciones a la guerrilla por parte del gobierno.