Capitán Braian León, Escuela de Infantería.
Introducción.
La evolución de la guerra y los adelantos tecnológicos poseen una alta influencia en las nuevas concepciones doctrinarias. De ello, se desprende la necesidad de un permanente estudio histórico (de batallas y combates) que permitan una actualización de los métodos de ejecución y sistemas de armas vigentes.
Al margen de lo expresado, es evidente que la guerra ha adquirido una fisonomía particular que lleva, entre otras cosas, a una reformulación de la forma en que se conciben los tradicionales principios de la conducción que, sin llegar a anularlos o hacerlos perder vigencia, exigen una reconceptualización sobre su aplicación.
La diferencia entre conocer y apreciar se asienta en el real enfoque a dar a cada principio la importancia adecuada a la luz de los nuevos factores. Evidentemente, no resulta fácil, en la actualidad, armonizar todos los factores de una aguerra cambiante en una ecuación perfecta.
Pero cierto es, que siempre hay una que prevalece sobre las demás, y es el factor humano el que seguirá siendo el principal entre todos, ya que, en definitiva, es el hombre quien debe tripular y manejar las máquinas y además conducir a otros hombres.
Estas son las razones por las cuales el factor humano es, y seguirá siendo, el principal factor entre todos, pues de su capacidad mental y espiritual, así como de sus emociones, reacciones, voluntad y sacrificio depende el empleo de los demás factores.
Por esta razón, es imposible no mencionar a la “instrucción” como la principal actividad a desarrollar, ya que el personal destinado a conducir y combatir en fuerzas blindadas/mecanizadas deberá poseer condiciones particulares relacionado con un alto grado de especialización y perfeccionamiento en los distintos niveles del comando, existiendo tres condiciones indispensables para estas tropas de este tipo: sobresalientes jefes de fracciones, sobresaliente instrucción y clara misión a cumplir, ya que la lucha con estos medios es tan particular y presenta una fisonomía tan diferente en el combate, que requiere hombres cuya instrucción este basada en sólidos principios y procedimientos que ayuden a enfrentarla.
Son tan rápidas las sucesiones de los acontecimientos, tan variadas las circunstancias que los rodean y tan imprevistas las situaciones que se presentan, que la imaginación humana no puede abarcar integralmente lo vertiginoso de esas imágenes a través del episcopio y, en medio de esa vorágine de fuego, polvo, humo y vehículos, solo queda moverse y tirar, pero tirar bien.
Si a eso se le agrega la acción de la aviación, norma en la lucha de blindados y mecanizados, la velocidad de las acciones se multiplica y las posibilidades de salir con vida se reduce. Solo la moral y la instrucción, pueden contribuir a mantener la aptitud del combatiente dentro de cada vehículo.
Por esa razón, las fuerzas blindadas/mecanizadas requieren de una especialización que no debe descuidarse, de tripulaciones con conocimientos profundo de la doctrina de empleo y de capacidades especiales relacionadas con el material. Todas son condiciones indispensables, que deben poseer todos los integrantes de este tipo de fuerzas.
Es así que Alemania fue la única nación que, a comienzo de la Segunda Guerra Mundial, había desarrollado, según conceptos modernos, la doctrina para el empleo de sus fuerzas blindadas.
Los “panzer” y los “panzergrenadier” dieron testimonio fehaciente de ello. Las armas cooperantes también se fusionaron a estos equipos de armas combinadas, conformando las primeras agrupaciones blindadas, punta de lanza que dieron nombre a las tan famosas operaciones “blitzkrieg”.
Los panzergrenadier acompañaban en toda situación a las formaciones de tanques en vehículos
que, dado el desarrollo técnico alcanzado, no reunía las condiciones que este tipo de combate les exigía,
especialmente, en lo que hace a las necesidades de una adecuada seguridad, rapidez, velocidad sostenida y movilidad.
A medida que surgieron nuevas necesidades y se fue acumulando la experiencia, los métodos de conducción y comunicaciones se fueron perfeccionados, pero, lo realmente interesante del caso, es el concepto con que Alemania inicia la guerra. Así, los tiradores blindados (infantes mecanizados) formaban parte de las fuerzas blindadas, recibían una instrucción en común con las unidades de tanques, y eran imbuidos del mismo espíritu ofensivo y de cuerpo. Asimismo, y para complementar el empleo combinado, eran también integradas a las organizaciones los ingenieros blindados, la artillería blindada y con el apoyo flexible y rápido de las fuerzas aérea táctica.
Alemania no improvisó sus equipos de armas combinadas, sino que los creó, los organizó, los instruyó y los empleó como parte esencial de sus grandes unidades de tanques. “Idéntico concepto de empleo
e idéntico enlace espiritual entre ambas partes”.
El Mariscal Erwin Rommel, en su libro Carros de Combate, explica que las fuerzas acorazadas (combinación de armas panzer-panzergrenadier), al ser costosas en su equipamiento e instrucción, solo debe ser empleada cuando existan condiciones para obtener resultados decisivos.
Además, propugna que se las emplee, únicamente, en terrenos que favorezcan la libertad de movimiento (evitar cursos de agua, pantanos, rocas, ciudades, bosques, etc), de caso contrario, deberán emplearse después de la ruptura de la infantería, la que generará las condiciones necesarias para el avance de los vehículos hacia la profundidad del dispositivo adversario.
Sin embargo, en los últimos años de la Segunda Guerra Mundial, el teatro de operaciones europeo fue generando nuevos escenario y necesidades de operaciones de otros tipos que exigieron repensar ciertos principios del empleo de elementos blindados/mecanizados.
Ese nuevo ambiente (ciudades) creó la necesidad de readaptar la doctrina que había sido concebida para emplear los medios blindados en grandes espacios abiertos, donde la masa, la movilidad y la flexibilidad eran condiciones “sine qua non”.
A medida que aumentaban las necesidades de combatir en terrenos compartimentados (localidades) se fue creando una mayor demanda de tanques como elementos de apoyo directo a la infantería, a fin
de proporcionarle un elemento de fuego.
De esa manera, se fueron limitando las operaciones de grandes unidades blindadas, originándose la necesidad de contar con vehículos de menor peso y tamaño para proporcionar una mayor movilidad.
Todo esto, transformó, según menciona Liddell Hart en “Disuasión o Defensa”, la guerra con tanques, en una guerra de tanques. Así, se puede observar, una vez más, como lo cambiante de la guerra exige la adaptación y la creación de nuevos procedimientos, técnicas, doctrina y material.
La misma naturaleza de la guerra no permite estandarizar las fuerzas ni sus tácticas, por la sencilla razón que no se puede estandarizar la iniciativa y la capacidad creadora del hombre para hacer frente a nuevas amenazas.
A los efectos de darle al presente artículo una dirección exclusivamente táctica y técnica con respecto a la primera guerra chechena, la información relacionada a los antecedentes históricos del origen de dicho conflicto se encontraran detalladas en el Anexo 1.
A los mismos efectos de darle al presente artículo una dirección exclusivamente táctica y técnica con, la información relacionada a los antecedentes de los conflictos se encontraran detalladas en el Anexo 2.
A pesar de que Chechenia formaba parte de Rusia desde un punto de vista formal, la misma no ejercía ningún tipo de soberanía efectiva sobre ese territorio, y los chechenos se comportaban como una república independiente de facto entre 1991 y 1994, momento en que la Federación decide intervenir militarmente dando lugar a la Primera Guerra Chechena.
Tras la supuesta “independencia” adquirida, no transcurre demasiado tiempo para que gran parte de la población se muestre descontenta con las nuevas autoridades. Como consecuencia del estado de criminalidad y el caos generalizado que dominaba la república, poco a poco, se irá organizando una oposición al régimen de Dudaev.
La base de esa oposición estaba formada por ciudadanos chechenos que no se oponían a Dudaev porque fuesen particularmente unionistas pro rusos, sino que, simplemente, no les importaba demasiado si Chechenia era independiente o no, lo único que querían era que la situación fuese estable y con cierto orden.
En el plano político, esta oposición estaba liderada por el ex Secretario General del PCUS de Chechenia-Ingushetia Doku Zavgaev y por el gobernador de la región de Nadterechny, Umar Avturjanov. En el plano militar, se debe destacar a Ruslan Labasanov, antiguo capitán de la guardia personal de Dudaev que, en marzo de 1994, se enfrenta con él y se une a la oposición.
El parlamento checheno reconocerá las reivindicaciones de la población descontenta con Dudaev y se opondrá a él, lo cual hará que se deterioren las relaciones entre el parlamento y el presidente. En mayo de 1993, la oposición organizará varias manifestaciones contra el presidente. Dudaev no reconoció esas manifestaciones sociales y anunció la disolución del Parlamento, del Tribunal Constitucional y del Consejo Municipal de Grozni. El Parlamento y el Tribunal Constitucional declararon que las medidas del presidente eran ilegales y en mayo el Parlamento destituye al presidente.
El 4 de junio, las milicias leales a Dudaev, al mando de Shamil Basaev, dispersaron mítines de la oposición usando la violencia y tomaron los edificios del Parlamento y del Tribunal Constitucional. De esa manera, y en los hechos, se estaba ante un golpe de Estado que instauraba una dictadura personal. La oposición reaccionó también empleando la violencia y comenzó a ocupar aquellas regiones donde tenía mayor apoyo. Ya en el verano de 1993, se van a producir los primeros enfrentamientos armados entre las tropas de Dudaev y la oposición.
Desde el punto de vista militar, la oposición tenía pocas opciones y medios para operar contra el régimen de Dudaev que había sabido atraer a aquellos comandantes a los que movía un ideal romántico y la
pretensión de tener algún tipo de carrera personal en la autoproclamada república; en cambio, la oposición tuvo serias dificultades para reclutar y convencer a los comandantes de su milicia de que luchaban por una
causa superior y más legítima.
El Comité de Salvación Nacional, y sus fuerzas afines, intentará tomar el poder en Grozni, primero en diciembre de 1993, y después en enero de 1994, sin éxito alguno. En esa segunda incursión, el líder del Comité de Salvación Nacional, Ibrahim Suleymenov, terminó siendo capturado por las tropas leales a Dudaev, y la organización que había demostrado ser incapaz de tomar el poder se acabó disolviendo.
El lugar de esta organización, lo terminará ocupando otra: el Consejo Provisional de la República de Chechenia, creado en diciembre de 1993 y dirigido por Umar Avturjanov. Esta organización tendrá mayor éxito que la anterior, sobre todo, gracias a que Ruslan Labasanov, antiguo capitán de la guardia personal de Dudaev y comandante militar de cierta experiencia, se había unido a la oposición. En 1994, se sucederán los enfrentamientos entre la oposición y las tropas de Dudaev. En verano, la oposición se hizo con el
control de amplios territorios de la república e intentará tomar Grozni, aunque una vez más, sin éxito.
Ya en agosto, la Federación Rusa que, aunque mantenía ciertos contactos con la oposición chechena, había permanecido al margen del conflicto, decide apoyar firmemente a la oposición para derrocar a Dudaev y restablecer el orden en la república. Los oficiales militares rusos destacados en Chechenia y los servicios secretos comienzan a proporcionar asesoramiento a la oposición y también material militar.
En septiembre-octubre, los combates entre la oposición y las fuerzas de Dudaev toman una intensidad mayor, a causa de la provisión de material militar y la impartición de entrenamiento (clandestino) por
la Federación Rusa, lo que permitirá a los rebeldes, a mediados de octubre, tomar el control de Grozni.
Sin embargo, la oposición cometió un error muy grave: una vez la ciudad fue tomada y comenzaron a establecerse las nuevas autoridades, las tropas militares no tomaron posiciones en la ciudad y a las tropas leales a Dudaev les resultó muy sencillo volver a tomar la localidad.
Se extendió, entre la población, la idea de que Moscú había influido para que las tropas de la oposición no defendiesen la ciudad, ya que había algunos sectores en las altas esferas rusas que tenían negocios con los rebeldes. El que la toma de la ciudad resultase tan sencilla elevó bastante la moral de los separatistas.
Tras perder el control sobre Grozni en octubre, el gobierno ruso y la oposición preparan una nueva ofensiva en noviembre. Esta ofensiva se planteará de tal manera que la infantería estará formada por tropas de la oposición chechena, mientras que los vehículos blindados estarán
conducidos por tropas rusas.
Si bien ya antes Rusia había armado y proporcionado cierto asesoramiento a la oposición, esta vez, directamente iban a participar tropas rusas en combate. La operación no estuvo del todo bien preparada. Se esperaba que la operación fuese más psicológica que militar: al ver tal cantidad de tropas, sería el propio Dudaev quien decidiese capitular. El gobierno ruso estaba demasiado confiado.
Pero mientras el mando militar ruso hacía sus propias estimaciones, los rebeldes si se prepararon. Dudaev reunió en Grozni a todas las tropas que pudo. Cuando la columna de efectivos rusos y opositores al presidente checheno llego a Grozni, las tropas de infantería se dispersaron y los
tanques y vehículos blindados quedaron sin protección. Los rebeldes rodearon a los vehículos y muchos fueron destruidos empleando emboscadas antitanques, (se calcula que hubo 20 tanques capturados y 20 destruidos). Algunos analistas denominan este episodio como “el Bahía
de Cochinos ruso”.
Alrededor de 20 soldados rusos fueron tomados prisioneros. Dudaev dio un ultimátum a Rusia, según el cual, o Moscú reconocía que los tanquistas eran militares rusos en un periodo de 48 horas o estos militares serían fusilados. En ese momento, quedó claro que Rusia estaba apoyando a la oposición, y el Estado ruso ya no podía maniobrar con discreción. La suerte estaba echada: ahora solo quedaba la huida hacia adelante.
La visión dominante en el gobierno ruso era que la guerra iba a ser un paseo militar y que la victoria iba a ser rápida. El punto de vista político prevalecía sobre el militar. El Ministro de Asuntos Nacionales Nikolay Evgorov llegó a decir que “el 70% de los chechenos iban a apoyar la entrada de tropas y el paso de los soldados rusos, y el 30% restante iba a ser neutral”.
Tras el fracaso de la ofensiva de la oposición chechena en noviembre, el Ministro de Defensa Pavel Grachev hizo la siguiente afirmación: “si el ejército ruso tratase de recuperar Chechenia de verdad, un batallón de paracaidistas tomaría Grozni en dos horas”.
El ejército ruso tenía poco que ver con el ejército soviético de hacía unos años. Tras la desintegración de la URSS, el ejército soviético se había repartido entre las 15 repúblicas, y a Rusia le correspondía la mayor parte del antiguo Ejército Rojo. Sin embargo, no se había llevado a cabo una reorganización del ejército en forma rápida y eficiente.
El nuevo ejército ruso estaba sumido en el caos. El presupuesto en Defensa se había reducido. En las FFAA soviéticas las mejores tropas estaban desplegadas en Europa del este de cara a un enfrentamiento directo con la OTAN, mientras las tropas menos eficaces eran las de retaguardia. Pero irónicamente, tras la disolución del Pacto de Varsovia y la caída de la URSS estas tropas regresaron a sus hogares y no se supo encontrarles otro puesto en el ejército, por lo que acabarán siendo las tropas de retaguardia, las menos eficaces, las que tomen parte en este conflicto. Además, en los años 1991-1992, apenas hubo entrenamientos militares.
A todos esos problemas, había que sumarle las complicaciones políticas. Algunas de las mejores unidades estaban estacionadas en la capital para actuar en caso de que ocurriese una insurrección general contra el presidente (decisión apoyada en la rememoración de la “Masacre de Octubre Negro”). La División Tamán y buena parte de las tropas aerotransportadas rusas formaron parte de este esfuerzo.
En cambio, otras unidades y otros mandos militares, debido a que el ejército ruso era en buena parte heredero del ejército soviético, seguían siendo bastante soviéticos en sus pensamientos y no veían con buenos ojos las políticas sociales y económicas de Boris Yeltsin, por lo que el presidente desconfiaba bastante de ellas.
Por estas fechas, se crea el Grupo Unificado de Tropas, que agrupaba fuerzas tanto del Ministerio de Defensa, como pertenecientes al Ministerio del Interior. Los elementos del MVD (Ministerio del Interior) estaban mejor entrenadas para este tipo de conflictos.
Mediante esa combinación de fuerzas, se pretendía atenuar las deficiencias de unos y otros, sin embargo, también tuvo un impacto negativo en la cohesión y organización de las tropas.
Casi no existieron entrenamientos en conjunto y gran parte de las tropas no tenían experiencia en combate. Pero, el mayor inconveniente fue que muchos de los soldados que fueron enviados al conflicto no
eran soldados profesionales, sino conscriptos de 18-20 años.
Al comienzo de la guerra se movilizaron aproximadamente 38.000 hombres, aunque en toda la guerra se llegarían a movilizar en torno a 95.000 (las cifras varían ligeramente según la fuente). Se movilizaron 230 carros de combate, 454 vehículos blindados y 388 piezas de artillería.
En cuanto a las fuerzas chechenas, bajo el mando de Aslan Masjadov, se trató de dar una estructura de Fuerzas Armadas a las distintas milicias existentes. Este intento de crear unas Fuerzas Armadas tuvo cierto éxito, aunque el carácter semi feudal, donde las milicias eran ante todo fieles a su señor de la guerra nunca va a desaparecer.
Aunque la organización de las tropas chechenas distaba de ser eficiente, no era del todo mala, y a diferencia de las tropas rusas, los chechenos estaban cohesionados y motivados por una ideología nacionalista y tenían clara la razón por la que combatían.
En el bando checheno se llegó a movilizar entre 30.000 y 60.000 hombres, aunque se calcula que los efectivos reales nunca sobrepasaron los 15.000. Disponían de material militar que había abandonado el ejército ruso en la región: 40 carros de combate, 80 vehículos blindados, unos 150 cañones y morteros, además de decenas de armas ligeras y millones de proyectiles.
Aparte, se adquirió equipamiento militar por otros medios. También, estaban en manos chechenas cerca de 250 aeronaves, no obstante, muchos quedaron rápidamente fuera de servicio por falta de mantenimiento y era muy difícil encontrar pilotos.
La aviación no llegó jugar ningún papel trascendente en la Primera Guerra Chechena, debido a que será destruida en los primeros días, aunque sí llegó a ser utilizada en la guerra civil contra la oposición.
Pero el arma más emblemática de los rebeldes va a ser el lanzagranadas RPG (se calcula que tenían en torno a 200 lanzagranadas de este tipo), con el que acabarán con los tanques rusos.
Los rebeldes chechenos partían con ventaja, y es que combatían en su propio ambiente: eran buenos conocedores del terreno y de la población. Además, muchos combatientes habían servido en las fuerzas especiales, tanto militares (spetsnaz), como policiales (OMON). El ejército ruso no estaba preparado para este tipo de guerra donde en ocasiones había que combatir en poblados y otras veces en zonas montañosas, ni estaba preparado para ejecutar operaciones de contrainsurgencia.
La estrategia diseñada por el gobierno ruso consistía en poner todos los esfuerzos para tomar Grozni, y una vez consolidada esa posición, resultaría bastante fácil tomar el resto de Chechenia, empezando por las zonas llanas y acabando por las montañosas.
Una vez tomada la mayor parte de Chechenia, a Dudaev no le quedaría otra opción que esconderse, y entonces su autoridad se vería mermada y las operaciones militares habrían acabado.
Grupo norte. Comandado por el Mayor General Konstantin Pulikovsky. Formado por:
– Brigada Motorizada Maikop Nº 131.
– Regimiento Motorizado Nº 81 de la División Motorizada Nº 90.
– Regimiento Motorizado Nº 276 de la División Motorizada Nº 34.
Grupo noreste. Comandado por el Teniente General Lev Rojlin. Formado por:
– Regimiento Motorizado Mixto Nº 255 de la División Motorizada Nº 20.
– Regimiento Motorizado Mixto Nº 33 de la División Motorizada Nº 20.
– Batallón de Reconocimiento Nº 68 de la División Motorizada Nº 20.
Grupo oeste. Comandado por el Mayor General Valery Petruk. Formado por:
– Regimiento Motorizado Mixto Nº 693 de la División Motorizada Nº 19.
– Regimiento Motorizado Mixto Nº 503 de la División Motorizada Nº 19.
– Regimiento Mixto de Paracaidistas de la División de Paracaidistas Nº 106.
– Batallón de Paracaidistas de la División de Paracaidistas Nº 21.
– Batallón de Paracaidistas de la División de Paracaidistas Nº 56.
Grupo este. Comandado por el Mayor General Nikolay Staskov. Formado por:
– Regimiento Motorizado Nº 129 de la División Motorizada Nº 45.
– Regimiento Mixto de Paracaidistas de la División de Paracaidistas Nº 104.
– Batallón de Paracaidistas de la División de Paracaidistas Nº 98.
Según el plan diseñado, los diferentes grupos partirían hacia Grozni desde tres direcciones para luego converger ahí. Los grupos norte y noreste partirían desde el norte, y los grupos oeste y este desde sus respectivas direcciones.
Antes de comenzar las operaciones militares, la aviación rusa bombardeó los aeródromos situados en Chechenia, destruyendo así la escasa fuerza aérea de la República.
El 11 de diciembre, las tropas son enviadas a Chechenia. Se avanzó hacia Grozni según el plan diseñado, sin embargo, los grupos este y oeste tuvieron bastantes problemas para progresar, puesto que fueron bloqueados por la población local. No sucedió así con los grupos del norte, que lograron avanzar rápidamente, ya que las regiones del norte eran mayoritariamente pro-rusas. A poco más de una semana, estas regiones volvieron a estar en manos del Estado ruso.
Para el 20 de diciembre, las tres columnas habían llegado a la capital. Se esperaba la orden de asalto. Finalmente, el Ministro de Defensa Pavel Grachev ordenó el asalto para el 31 de diciembre.
El plan para tomar la ciudad no estaba del todo bien planificada. El objetivo era tomar los centros estratégicos y las plazas, pero no se tuvo en cuenta que los rebeldes podían tomar posiciones en las viviendas de la población civil.
Buena parte de los planos que se tenían de la ciudad eran anticuados. Además, las comunicaciones no estaban cifradas, por lo que los defensores de la capital conocían todos los movimientos de las tropas rusas. Es más, los aparatos que utilizaban los chechenos para comunicarse eran de mayor calidad que los rusos.
Salvo el grupo liderado por el general Rojlin, ningún grupo estableció puestos de control conforme iba avanzando ni aseguró la retaguardia. El grupo del general Pulikovsky fue el que más rápido avanzó, llegando a tomar la estación de ferrocarril y situándose cerca del palacio presidencial.
Sin embargo, Pulikovsky no había asegurado su retaguardia, ya que no consideró que los rebeldes podían establecer posiciones en los bloques de pisos cercanos a la estación. Aquí será donde se produjo uno de los episodios más trágicos de la guerra para las tropas rusas: la catástrofe de la Brigada Maikop y el Regimiento Motorizado Nº 81.
Estas unidades se habían establecido en torno a la estación de ferrocarril, pero tal y como se ha dicho antes, no se habían establecido puestos de control en la retaguardia. Las fuerzas fueron rodeadas por los rebeldes, y se les impidió replegarse. Los chechenos disparaban a los tanques desde las ventanas de los semisótanos, desde aquellas posiciones a las cuales los tanques no podían apuntar por falta de ángulo. El arma antitanque por excelencia fue el lanzagranadas. Además, los rebeldes también usaron sus propios tanques y vehículos en este combate.
El Coronel Iván Savin, comandante de la Brigada Maikop, tras ya haber sufrido ciertas pérdidas y viendo que su situación era delicada, decidió pedir refuerzos. Pero esta ayuda no llegó. Savin decidió, entonces, combatir para abrir una brecha y conseguir replegarse.
Intentando evacuar a las unidades a su cargo, Savin fallece en combate. Las pérdidas de la Brigada Maikop ascendieron a 82 muertos, 72 desaparecidos, entre 15 y 20 tanques y entre 47 y 102 vehículos blindados destruidos. Las pérdidas del Regimiento Motorizado Nº 81 fueron de 63 muertos, 160 heridos, 75 desaparecidos, 25 tanques y 32 vehículos blindados.
Algunos responsabilizaron a Savin por el desastre. Sin embargo, el Coronel se había dirigido y se había establecido en la estación de ferrocarril según los planes establecidos y las órdenes recibidas, y cuando la situación se hizo insostenible luchó como pudo para evacuar a sus tropas y evitar el desastre, pagándolo con su vida.
El Coronel Savin recibirá el título póstumo de Héroe de la Federación Rusa, mientras que el general Pulikovsky perderá su puesto y pasará a estar subordinado al general Rojlin.
Tras esa catástrofe, el mando ruso decidió cambiar de táctica: en vez de excederse en el empleo de los vehículos blindados, fueron grupos de paracaidistas de asalto, apoyados por artillería y aviación, quienes llevaron a cabo combates cuerpo a cuerpo dentro de la ciudad.
El 18 de enero, se consiguió tomar el Palacio Presidencial, y las autoridades separatistas se vieron obligadas a huir. Para febrero, buena parte de la ciudad estaba ya en manos rusas. Algunas pequeñas unidades que utilizaban tácticas de guerrilla (como el Batallón Abjasio de Shamil Basayev) resistieron un tiempo más, hasta que, finalmente en marzo, abandonan la ciudad.
Grozni había sido conquistada, pero a un precio muy elevado. Las tropas rusas habían sufrido importantes pérdidas, la ciudad estaba en ruinas y numerosos civiles resultaron muertos a causa de los enfrentamientos.
Tras la toma de Grozni, los siguientes objetivos fueron las zonas llanas de Chechenia, donde se encontraban otras ciudades importantes como Argun, Shali y Gudermes. Estas zonas, en general, se tomaron de manera efectiva y a bajo costo. Muchas veces las tropas rusas llevaron a cabo conversaciones con los habitantes de los pueblos para que los combatientes sean evacuados, aunque los combatientes se limitaban a abandonar los poblados sin dejar sus armas.
Pero el debilitamiento de los rebeldes hizo que la guerra se termine convirtiendo en una guerra de guerrillas, para la cual las tropas rusas no estaban en absoluto preparadas. Otros poblados no fueron tan sencillos de tomar.
El poblado de Samashki es un claro ejemplo de esto, y también de lo débil que era Rusia en el frente mediático. El pueblo de Samashki está situado en el oeste de Chechenia y en ese lugar había tropas rusas estacionadas que sufrieron emboscadas.
En abril de 1995, buena parte de las zonas llanas de Chechenia estaban ya bajo control de Rusia. El siguiente paso fue establecer el control sobre las zonas montañosas del sur, operación que se llevó a cabo entre mayo y junio.
Los combates en las zonas montañosas fueron más duros que en las zonas llanas debido a su geografía. Aunque no se consiguió establecer un control total sobre toda la región, se terminarán tomando buena parte de los enclaves más importantes como Shatoy o Beden.
Aunque parte de las tropas rebeldes siguió combatiendo mediante una guerra de guerrillas, muchos combatientes, aún sin dejar las armas del todo, decidieron dejar de combatir y volver a sus hogares. Grozny había sido recuperada por las tropas rusas, pero a un alto costo de bajas y bastante alejado de ser el paseo militar que Yeltsin y Grachev esperaban
A lo largo de la historia militar, siempre los combates llevados a cabo en las ciudades han significado un gran problema para los comandantes y han sido motivo de elevadas bajas. Este ambiente particular representa múltiples amenazas convirtiéndose en un combate tridimensional, por esta razón, la fuerza que domine mejor la información del terreno, más el correcto empleo de sus elementos y sumado a un alto nivel de instrucción, logrará una ventaja por sobre el adversario.
Como quedo reflejado en el combate de Grozni, las fuerzas que se defiendan en una localidad emplearan técnicas de combate no tradicionales, explotando al máximo las ventajas que le proporcionará el
terreno, esto requerirá de aquellos quienes lleven adelante el ataque lo hagan ejecutándolo con acciones rápidas, flexibles y sincronizadas, proporcionándole a sus combatientes protección-seguridad, rapidez, velocidad sostenida, movilidad y una gran potencia de fuego.
Estos factores determinantes los brindan los elementos blindados y mecanizados, pero siempre siendo empleados como un binomio inseparable, transformándolo en un sistema de armas dotado de tanques y fracciones de infantería ligera, con sus correspondientes apoyos de combate.
Tanto el combate estudiado en este artículo, como los conflictos del Líbano en el que participó el Ejército de Israel o en Irak con la participación del Ejército de los Estados Unidos, demuestran que elementos formados por tanques, mecanizados y tropas de infantería ligera, (cada una explotando al máximo sus ventajas y disminuyendo las desventajas de cada fracción) es la forma de combate más apta, factible y aceptable para hacer frente ante un conflicto moderno en un ambiente urbano.
– Florentino, D. L. (1970). Reflexiones sobre las orientaciones doctrinarias de las Fuerzas Blindadas. (Círculo Militar, Ed.)
– Ogorkiewiez, R. M. (Septiembre 1980). Vehículos de Combate de la Infantería. Revista “Armour”.
– Liddel Hart, B. H. (1960). Disuasión o Defensa. (Círculo Militar, Ed.)
– Kauffmann, K. (1944). El libro de los carros de combate. (Bibliografía Española, Ed.)
– Schwarzkopf, H. N. (1994). Autobiografía, el general americano que gano la Guerra del Golfo. (Globus, Ed.)
– Norin, E. (14 de Julio de 2018). Primera guerra chechena: antecedentes, hechos, consecuencias. https://www.youtube.com/watch?v=RRTJUCSqe30
ANEXO 1 AL ARTICULO “Empleo de Blindados y Mecanizados en el asalto a Grozni”.
Se puede empezar diciendo que Rusia, lejos de ser un Estado étnicamente homogéneo, es un Estado plurinacional, y hasta la propia constitución lo define de esta manera. También, habría que decir que, en el mundo occidental en general, no se realiza esa distinción y se omite la distinción entre ciudadano ruso (россиянин) y la cultura rusa (русский).
Según el último censo realizado en 2010, los culturalmente rusos son el 77,71 % de la población, no obstante, en Rusia viven más de 190 nacionalidades distintas y, aunque la cultura de estas nacionalidades
puede ser distinta a la rusa, todos son ciudadanos rusos que gozan de los mismos derechos y obligaciones.
En cuanto a Chechenia, la misma es una república autónoma perteneciente a la Federación de Rusia, situada en el Cáucaso norte, que tiene fronteras con el krai de Stávropol al noroeste, la República Autónoma de Daguestán al este, las repúblicas autónomas de Ingushetia y Osetia del Norte al oeste, y Georgia al sur. Posee una superficie de 15.647 km2. Su capital es Grozni, situada aproximadamente en el centro del territorio.El Cáucaso es una región montañosa en el que viven diferentes pueblos y que además ha sido una zona en disputa entre los Imperios rusos, otomano y persa. El hecho de que convivan numerosas nacionalidades en una zona montañosa que ha sido frontera entre tres imperios hace que la región sea un auténtico
foco de conflictividad, en cierta medida, muy similar a lo que sucede en los Balcanes.
En cuanto a la religión, la mayoría de los chechenos son musulmanes suníes, seguidores de la escuela de jurisprudencia shafi. No obstante, las tradiciones preislámicas tienen bastante importancia dentro de la cultura y forma de vida chechena. Por último, y no menos importante, se puede decir que Chechenia también es una región muy rica en petróleo.
A finales del siglo XVIII, el Imperio Ruso comenzó su expansión por el Cáucaso. En 1774 conquista Osetia y en 1783, se firma el tratado de Gueorguiyevsk, por el cual, Georgia pasa a ser un protectorado ruso.
Esta expansión por la región, no fue bien vista por los diversos pueblos de las montañas, especialmente, por aquellos que profesaban la fe musulmana.
Es en esa época, es cuando el jeque Mansur, un imán checheno, hace una llamada a todos los pueblos del Cáucaso a unirse bajo la bandera del islam para hacer frente a las nuevas amenazas extranjeras. Las actividades de Mansur incomodaron a las autoridades rusas, y en 1785, se envió una misión para capturarlo.
Los seguidores de Mansur emplearían tácticas guerrilleras contra los rusos, impidiendo su captura, hasta que finalmente es apresado en 1791 y muere en cautiverio en 1794.
Rusia relegará, por un tiempo, sus conflictos en el Cáucaso a causa de las Guerras Napoleónicas, pero, tras la victoria rusa sobre las fuerzas francesas en la guerra de 1812, vuelve sus ojos a estos territorios. En 1817, el zar Alejandro I encomienda al célebre general Alexander Yermolov pacificar la región, y este se embarca en la conquista del Cáucaso, aplicando algunas tácticas brutales que, por un lado, conseguirán dominar a los chechenos y a otros pueblos, pero, por otro lado, generarán cierto resentimiento entre la población local.
En 1828, surge el movimiento muridista, dirigido por el imán Shamil, un ávaro daguestaní, quien unió a las naciones del Cáucaso Norte bajo el Imanato del Cáucaso y declaró la guerra santa a Rusia. La resistencia (fundamentalmente guerrillera) dirigida por Shamil fue feroz.
Entre los hechos relacionados a ese enfrentamiento, se debe destacar la victoria en Dargo sobre las tropas rusas en 1845 y que, en la Guerra de Crimea (1853-1856), Shamil requiere apoyo del Imperio Otomano. Sin embargo, los distintos conflictos tribales acabarán debilitando al Imán, y será finalmente capturado en 1859.
En 1862, Chechenia, y otras regiones circundantes, finalmente se incorporan al Imperio Ruso, asentándose, en el norte del territorio, algunas poblaciones cosacas.
A pesar de que el imán Shamil era daguestaní y no checheno, y que la oposición al Imperio Ruso era más religiosa que una idea de nación chechena, la historia de la resistencia caucásica, en el siglo XIX, se va a convertir en uno de los mitos nacionales que el nacionalismo checheno posterior acabará reivindicando.
Ya en el siglo XX, los chechenos van a ver con buenos ojos, tanto la Revolución de Febrero de 1917, como la Revolución de Octubre de ese mismo año. Los chechenos afines a los movimientos izquierdistas se van a ver representados y van a ser partícipes activos de estos procesos; mientras los chechenos más conservadores, si bien no se van a ver representados en estos procesos revolucionarios, sí van a ver la ruptura con el antiguo régimen zarista como una oportunidad para recuperar sus tradiciones y su libertad.
En 1921, se crea la República Autónoma Socialista Soviética de la Montaña dentro de Rusia, que va a agrupar a las actuales repúblicas rusas de Kabardino-Balkaria, Karacháevo-Cherkesia, Chechenia, Osetia del Norte e Ingushetia. En 1924, esta república se va a disolver debido a contradicciones entre distintos grupos nacionales y va a surgir el Oblast Autónomo de Chechenia. En 1934, se fusionan los oblasts autónomos de Chechenia e Ingushetia y se crea la República Autónoma Socialista Soviética de Chechenia e Ingushetia.
Ya en la Segunda Guerra Mundial, se produce un hecho que aún al día de hoy es muy discutido ysuscita gran polémica entre los historiadores rusos: la deportación, en 1944, de los chechenos e ingusetios (pueblo musulmán emparentado con los chechenos, pero distinto a ellos).
Entre 1940-1944, van a ocurrir varios levantamientos antisoviéticos. Entre los líderes de estos levantamientos se encuentran Hasan Israilov y Mairbek Sheripov. Israilov, en 1940, durante la Guerra de Invierno, va a llamar a la rebelión de los chechenos en su tierra y a la deserción a aquellos que combatían en las filas del Ejército Rojo. Sin embargo, estos levantamientos cobraron mayor fuerza a partir de 1941, cuando Alemania invade la Unión Soviética. Esto supondrá que parte de los servicios secretos rusos y algunas
fuerzas sean destinadas a aplastar y controlar estos levantamientos.
Los chechenos e ingusetios van a ser acusados de colaborar de manera masiva con el invasor alemán, y muchos serán desterrados de la zona. El 23 de febrero de 1944, se llevó a cabo la Operación Lenteja, la que consistía en llevar a cabo un proceso de deportación de la población de Chechenia-Ingushetia a Asia Central (mayoritariamente a Kazajistán). El nombre de esta operación fue dado debido al parecido de la palabra lenteja en ruso (чечевица) con la palabra “checheno”. El pueblo checheno fue deportado prácticamente en su totalidad.
Aunque no se trató de un genocidio de la magnitud que padeció el pueblo armenio, las cifras oficiales, según las propias autoridades soviéticas, reconocen que durante el trayecto murieron 1.272 personas, la mayoría por enfermedades que no pudieron ser tratadas. Asimismo, cuando llegaron a su destino final, a la población le costó mucho romper con sus tradiciones y adaptarse a la nueva forma de vida que se les intentó imponer en los nuevos asentamientos.
El hecho de que cientos de miles de chechenos tuviesen que abandonar su tierra para dirigirse a Asia Central, generó un trauma en la memoria de la población chechena, que, aún hoy, incluso persiste. Muchos de los líderes separatistas de los años 90 van a nacer en Asia Central; el líder de Chechenia durante la Primera Guerra Chechena, Dzhojar Dudaev, fue deportado junto con su familia a los pocos días de nacer.
Tras la muerte de Stalin en 1953, los chechenos (e ingusetios) empezarán, poco a poco, a volver a su tierra natal. En 1957, siendo Nikita Kruschev Secretario General del Partido Comunista, se va a restablecer el Partido Comunista de Chechenia e Ingushetia y se va a permitir la vuelta de los chechenos a su tierra.
Así, los chechenos volverán a su tierra, a disfrutar de su amplia autonomía y gozar de una situación medianamente estable hasta los fines de los años 80, cuando, como consecuencia de las distintas reformas realizadas por Gorbachov (perestroika y glasnost), la ciudadanía, de la entonces Unión Soviética, pasa a obtener mayores libertades políticas, y entre otras cosas, aparecen algunos movimientos (nacional) democratizantes.
Chechenia-Ingushetia para esta época era una República con un elevado nivel de pobreza. La economía estaba basada, fundamentalmente, en la extracción y producción petrolera, la que, sin embargo, requería trabajadores altamente cualificados que, en su mayoría, no eran chechenos.
Al mismo tiempo, la implantación de un eficiente sistema educativo por parte de las autoridades soviéticas fue generando una identidad nacional chechena no contemplada en las mejoras educativos.
En el momento en el que se producen las reformas liberalizadoras, esa identidad va a ser la va a impulsar las ideas nacionalistas e independentistas chechenas. También, a mediados de los años 80, se comienzan a crear clubes de etnógrafos que, en un principio, tenían como objetivo el estudio de la historia y cultura chechenas, pero, poco a poco, se fueron distanciando de ese propósito inicial y se convirtieron en
impulsores de la ideología nacionalista chechena.
Ese nacionalismo checheno se fundaba en resaltar los elementos propios de la identidad chechena: el idioma y la religión musulmana. Pero, sobre todo se centraba en revitalizar los mitos nacionales: la resistencia caucásica en los siglos XVIII-XIX, y en especial la deportación de 1944. Un ideólogo clave del nacionalismo checheno fue Zelimjan Yandarbiev.
ANEXO 2 AL ARTICULO “Empleo de Blindados y Mecanizados en el asalto a Grozni”.
En 1990, se funda el Congreso Nacional del Pueblo Checheno (CNPCh), un partido político nacional-separatista. Al mismo tiempo, Yandarbiev (Líder del movimiento nacionalista checheno) va a invitar Dzhojar Dudaev a unirse al movimiento.
Dzhojar Dudaev era un general soviético de aviación (el único general de aviación de origen checheno en ese momento) que llegó a combatir en la Guerra de Afganistán, y era una figura bastante respetada. Yandarbiev intentó asimilarlo a su movimiento para imprimirle al mismo un mayor aire de autoridad.
Pero Dudaev, probablemente sin pretenderlo, terminó en el primer plano de la política chechena, ya que se reveló como un político carismático, capaz de seducir a las masas y, además, tenía la autoridad de ser un militar de alto rango. También, al mismo tiempo, los distintos caudillos separatistas fueron conformando sus propias milicias armadas (entre los cuales podríamos citar a Shamil Basayev o Ruslan Gelaev).
En ese momento, había llegado al poder de la Federación de Rusia Boris Yeltsin, quien se va a oponer a la URSS y al poder central, representado por Gorbachov. En su enfrentamiento contra el poder central, Yeltsin va a aliarse a los diferentes movimientos nacionalistas e incluso separatistas de las distintas repúblicas de la URSS (como por ejemplo las repúblicas bálticas), e incluso, al menos al principio, va a ver con buenos ojos las declaraciones de soberanía de las repúblicas y regiones de la propia Federación de Rusia que controlaba él.
En junio de 1991, en el segundo congreso del CNPCh, Dudaev proclamó la independencia de Chechenia. No obstante, esa declaración de independencia era poco más que una declaración de intenciones, pues quien seguía gobernando Chechenia eran las autoridades soviéticas.
En agosto de 1991, la vieja guardia del PCUS (uno de los tantos partidos separatistas), descontenta con el rumbo que estaba tomando la URSS, bajo el mando de Gorbachov, decide dar un golpe de Estado con el apoyo de una parte del ejército y de los servicios secretos.
Las autoridades soviéticas de Chechenia se posicionan del lado de los golpistas, pero el golpe de Estado termina fracasando debido a que Yeltsin, el presidente de los territorios autónomos de Rusia, se enfrenta al movimiento con apoyo de la población y de otra parte del ejército.
Tras contraponer el poder de Rusia, la república más grande de la URSS, al poder central soviético, éste va a dejar de tener autoridad, y en ese momento comienza el proceso de desintegración de la URSS.
A principios de septiembre, tras haber analizado la situación, Dzhojar Dudaev aprovechó el fracaso del golpe para también dar el suyo propio y tomar el poder en Chechenia. Se declara el desmantelamiento de las estructuras republicanas y se culpa a Rusia de “llevar una política colonial”. Son tomadas el edificio del Soviet Supremo y las estaciones de televisión y radio. Más de 40 diputados van a ser golpeados, y el entonces aún presidente checheno, Vitaly Kutsenko, va a ser asesinado siendo arrojado por una ventana.
Parte de las estructuras militares y policiales de Chechenia van a terminar pasándose al lado de los separatistas, entre otros el OMON (Unidades Especiales de Policía) checheno.
A finales de octubre, se celebran elecciones que son bastante cuestionadas y en las que saldrá elegido Dzhojar Dudaev.
Pero la joven aspirante a república necesitaba dinero y armas para poder reafirmar y conservar su independencia. En cuanto al armamento, este va a proceder fundamentalmente del saqueo de armas localizadas en los arsenales de la propia Chechenia.
En noviembre, Yeltsin impone el estado de excepción en Chechenia y las milicias chechenas aíslan los cuarteles del MVD (tropas del Ministerio del Interior) y del KGB bloqueando todas sus comunicaciones con el exterior. Esto obliga a levantar el estado de excepción y se procede a retirar de todas las tropas rusas.
Mientras se produce esa retirada, las milicias chechenas saquearon los cuarteles y se equiparon con todo el material militar abandonado. Gran parte del equipamiento militar (de todo tipo, hasta de aviación)
terminará en manos de los rebeldes. El Ministro de Defensa de la Federación Rusa del momento, Pavel Grachev, va a ser bastante criticado por estos hechos.
Finalmente, el 25 de diciembre de 1991, se produce la disolución de la Unión Soviética y las 15 repúblicas que la formaban pasan a ser Estados independientes, pero Chechenia-Ingushetia seguía formando parte de La Federación de Rusia. Salvo los separatistas chechenos, nadie, ni en Rusia ni a nivel internacional, cuestionaba esa realidad.
La toma del poder por parte de los separatistas en Grozni hizo que los ingusetios decidieran desvincularse del proceso independentista y separarse de la entonces República de Chechenia-Ingushetia, y crear
su propia República de Ingushetia integrada a Rusia.
En enero de 1993, se establece la República de Ingushetia, la que se incorpora a la Federación Rusa. Debido a los sucesivos conflictos, no solo entre el Estado ruso y los separatistas chechenos, sino también entre osetios e ingusetios, hasta el año 2009 no se va a establecer una frontera clara entre Chechenia e Ingushetia.
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