En el marco de un nuevo aniversario de la aptitud especial de paracaidismo, los efectivos de la IVta Brigada Aerotransportada realizaron un ejercicio en el Valle de Calamuchita. Más de 1.100 hombres y 100 vehículos, entre ellos aeronaves del Batallón de Helicópteros de Asalto 601 y del Escuadrón de Aviación de Apoyo de Ejército 603, participaron del adiestramiento operacional en la provincia de Córdoba. En primera instancia, el Escuadrón de Caballería de Exploración Paracaidista 4, junto a la Compañía de Ingenieros Paracaidista 4 y al Regimiento de Asalto Aéreo 601, procedió bajo una situación táctica simulada a recuperar el aeródromo de Villa Rumipal, tomado por el supuesto enemigo. Para trasladar al personal hacia la instalación, se emplearon medios anfibios y helicópteros de tipo UH-1H. Una vez instaladas las bases de operaciones y finalizado el reconocimiento de las zonas de aterrizaje, pudieron verse las diferentes oleadas de paracaidistas en el aire, mientras que, en tierra, los vigilaba el servicio de Sanidad militar, alerta a cualquier situación de riesgo para la tropa. Algunos de los soldados especializados llegaron a tierra firme y otros descendieron sobre las aguas del embalse del Río Tercero, auxiliados por los ingenieros, que los transportaron hasta las orillas cercanas en botes de asalto neumáticos. Luego de cuatro días de operaciones aéreas y anfibias, se concretó la conquista del objetivo ubicado en la base del cerro Champaquí, a 2.200 metros sobre el nivel del mar.
Ceremonia por el día del Paracaidista Militar El jefe del Ejército, general de división Claudio Ernesto Pasqualini, encabezó el acto conmemorativo que se realizó en el Regimiento de Infantería Paracaidista 2. En la oportunidad, expresó: “Ser paracaidista implica estar formado en el valor, el arrojo y la decisión frente al peligro. Requiere tener dominio de uno mismo y ser reflexivo ante la emergencia, a la par que exige el empleo permanente de la iniciativa”. Por su parte, el presidente de la Comisión de la Aptitud Especial de Paracaidismo Militar, coronel retirado “Veterano de Guerra de Malvinas” Leopoldo Guillermo Quintana, destacó que el espíritu del paracaidista se forja en los trotes interminables con equipo, las marchas forzadas, las largas esperas equipados para embarcar, los lanzamientos nocturnos, la llegada a tierra y la continuación de la operación terrestre. Durante la ceremonia, se entregaron reconocimientos al personal destacado en el transcurso del año y al personal en situación de retiro que formó parte de la IVta Brigada Aerotransportada.
Orígenes del Paracaidismo Militar En 1935, una comisión del Ejército Argentino asistió a las maniobras militares en el Kiev, en la antigua URSS, que incluyó el lanzamiento de 1.500 paracaidistas pertenecientes a los dos primeros regimientos de la VDV (Vozdouchno-Desantnykh Voyska – tropas aerotransportadas rusas). De regreso al país, los militares argentinos con frecuencia demostraban sus inquietudes por modernizar y actualizar sus Fuerzas Armadas. El 8 de abril de 1942, se publicaron en el Boletín Militar los estudios definitivos para la creación de una unidad de formación. Inmediatamente, se sumaron voluntarios entre oficiales y suboficiales. El 11 de octubre de 1943, se concretó la creación de la Escuela de Tropas Aerotransportadas, en Campo de Mayo. El 14 de febrero de 1944, nació el Batallón de Tropas Aerotransportadas, cuyo primer jefe fue el mayor Luis Efraín Ibarra. A partir del 1 de mayo, se trasladó a Córdoba como Escuela Militar de Paracaidistas. Con esta decisión, la Argentina se convertía en el quinto país del mundo en contar con estas modernísimas unidades, luego de Rusia, Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos.